Cómo sembrar lechuga
Quienes desean saber cómo sembrar lechuga están al tanto de dos cosas, por un lado, que esta hortaliza se consume durante todo el año en España, y por el otro, que la demanda va en constante crecimiento.
Pero para llegar a buen puerto se necesita seguir todo un procedimiento específico y cumplir con las exigencias propias del vegetal. De todo esto estaremos hablando en las líneas que siguen de esta entrada.
Terreno y clima propicio
Aunque la lechuga se adapta muy bien a todo tipo de suelos, lo mejor es contar con uno que sea rico en materia orgánica, que sea fértil y además ligero, es decir, suelto. Pero más importante todavía es su drenaje.
Este deberá ser óptimo para no generar encharcamientos en temporadas frías pero que a su vez permita que el vital líquido se movilice sin inconvenientes a todo el cultivo por igual durante la sequía.
En cuanto al tipo de clima, la temperatura ideal será aquella que se mantenga entre los 15 y los 20 °C. Si es muy baja, pueden ocasionarse lesiones foliares y la baja emisión de nuevas raíces. Por el contrario, si la temperatura es elevada, la emisión tanto de tallos como de flores será excesiva.
Preparación del suelo
El primer trabajo a realizar, una vez se cumplan las condiciones antes mencionadas será el alzado. Se trata de movilizar y levantar el terreno con la finalidad de enterrar el rastrojo o residuos de cultivos anteriores. Además servirá para adecuar el sustrato para que la semilla germine y se desarrolle satisfactoriamente.
Luego de esto, se deberá proseguir con un gradeo esmerado. Esto significa dejar la tierra fina, desmenuzada, nivelada y sobre todo libre de malas hierbas. Ambas actividades tendrán que aplicarse en un par de oportunidades (cruzadas preferiblemente) para poder lograr una profundidad aproximada de 15 a 20 centímetros.
Abonado
Si bien los nutrientes propios del sustrato son importantísimos para el sano desarrollo de esta hortaliza, no son suficientes. Como consecuencia, habrá que colaborar con un poco de abono equilibrado tanto en potasio, como en fósforo y nitrógeno.
Las cantidades a agregar dependerán del tamaño del cultivo, por ejemplo para los extensivos, sería apropiado unos 75 kg de cada elemento por hectárea. Para siembras en huertos o en sitios más pequeños, se recomienda seguir las instrucciones propuestas por el fabricante del producto.
Lo que sí hay que tener muy en claro es que el exceso de abono, sobre todo de nitrógeno impedirá la correcta germinación de la semilla, quemará las raíces, ocasionará huecos en la pella y embastecimiento de hojas.
¿Cómo sembrar lechuga?
En primer lugar, hay que aclarar que existen dos modalidades de cultivo para este tipo de vegetales. El extensivo cuya siembra es directa, y la tradicional donde se emplea la técnica del trasplante.
Cultivo extensivo
Aquí la semilla debe caer al suelo de una en una si es pildorada, a una distancia considerable una de otra y a una profundidad siempre constante. De no ser pildorada sino calibrada, deberá caer en líneas perfectas para ahorrar la mayor cantidad de semillas.
Para esta labor definitivamente se hace imprescindible la participación de una sembradora de precisión. Vale destacar además que el mejor momento para llevar a cabo dicha siembra será a partir de los últimos días de agosto y hasta finales de octubre.
¿Cómo sembrar lechuga en cultivo tradicional?
Esta modalidad incluye el uso de semilleros para obtener la planta que luego será trasplantada. Para los cultivos de verano y otoño dichos semilleros tendrán que estar al aire libre (de julio a agosto). Con ello la planta estará lista en aproximadamente 30 días.
Los semilleros de primavera e invierno, instalados en septiembre, tendrán que protegerse con plástico, con orientación a la luz del mediodía y alejada de los vientos del norte. En este particular, la planta deberá estar lista en unos 60 – 75 días.
En ambos casos, la siembra se realiza a voleo, evitando que quede espesa y cubriendo las semillas con una capa de tierra bastante fina. Inmediatamente después se tendrá que proceder con un primer regado, suave, uniforme y que no arrastre la semilla. Llegados a este punto y con el objetivo de favorecer el debido nacimiento de las plantas, se deberá evitar a toda costa que la tierra, sobre todo la capa más superficial se seque por completo.
Alcanzados los 15 cm, y a las 8 – 10 hojas, ya se puede continuar con el trasplante. Unos días antes de realizar esta labor, se recomienda regar el semillero.
Cuidados necesarios
Si bien en el cultivo extensivo es importante hacer escarda y aclareo, los cuidados más importantes van de la mano del riego y el uso de herbicidas.
Regado
Si nos enfocamos en la modalidad extensiva, el riego recomendable ha de ser por aspersión. El primero de estos se tiene que aplicar antes de la siembra directa y luego los que sean necesarios para mantener la tierra húmeda para promover la germinación. Alcanzada la meta y con la aparición de las primeras hojas, el riego debe disminuir para impedir el desarrollo de enfermedades.
Ahora, si nos remitimos al cultivo tradicional, el riego es a pie, en manta o por surcos. Y la forma de aplicar el agua será tal y como se ha estipulado en la modalidad extensiva.
Herbicidas
Para mejorar la calidad de las lechugas y aumentar su cantidad, es más que necesario emplear algunos herbicidas. La lista de estos no es muy amplia pero entre los que garantizan un mayor nivel de seguridad y confianza están la propizamida y la benfluralina.
Otro de los aspectos fundamentales sobre cómo sembrar la lechuga corresponde al tema de las plagas y enfermedades. Siendo las más importantes: Pythiurn, Fusarium, Sclerotinia, Rhizoctonia, mildiu, Botrytis, oidio, antracnosis, entre otras.
La recolección
Cuando el cogollo de la lechuga está apretado y es de color blanco, es momento de realizar el corte. Esto ocurrirá dentro de la etapa de crecimiento del vegetal, cuando su tejido sea tierno y apetitoso.
Dicho corte debe realizarse durante las primeras horas de la mañana. Deberá ser además preciso y cuidadoso, en ese sentido, ni se deberá golpear y mucho menos amontonar una sobre otra. Lo mejor en este aspecto será guardarlas en cajas o envases.