Horticultura
Los procesos agrícolas y todo lo que proviene de esta, lo solemos asociar con el campo, con largas extensiones de terreno que se destinan para tal fin. Pero ¿sabías que esto no es necesariamente de esta manera?, y la razón es que en otros sitios más pequeños, como los huertos, también se puede realizar esta labor, aunque más limitada, y es de allí precisamente de donde proviene la horticultura.
Es muy factible que ya hayas escuchado hablar con anterioridad de este término, pero quizás todavía no sepas con exactitud de qué va o qué implica, y si es este tu caso, te queremos invitar a leer las siguientes líneas, para que lo comprendas de manera definitiva y no vuelvas a tener alguna confusión.
¿Qué es?
Básicamente se trata de cultivar en huertos, pero no cualquier tipo de alimentos, ya que esta actividad se enfoca principalmente en la producción de hortalizas para el consumo de los seres humanos (aunque luego veremos otras especificaciones). Ahora, llevar a cabo esta tarea implica conocer algunos procedimientos tanto técnicos como tecnológicos, de ahí que se le conozca como una ciencia.
Las tareas diarias de un horticultor se basan primordialmente en producir la mayor cantidad de plantas en un espacio determinado, que estás luego se desarrollen adecuadamente también es importante para que la cosecha posterior sea de gran volumen y de buena calidad.
Y para lograr todo esto, el especialista debe valerse primeramente de estudios especializados sobre los diferentes tipos de plantas, conocer a cabalidad diversas herramientas y equipos que puedan monitorear el progreso de la plantación, así como de productos, como por ejemplo, los fertilizantes, que mejoren el estado general de cada planta y la calidad y valor nutricional de lo que estas finalmente generen.
Ramas de la horticultura
Dentro de esta disciplina, convergen otras ramas asociadas que vale la pena mencionar, porque, aunque en primera instancia pudieran verse como similares, poseen características peculiares que bien vale la pena conocer.
Floricultura
El nombre de por sí ya debe darte una idea, y si estás pensando en flores, estás en lo cierto. Esta disciplina dentro de la horticultura se dirige a cultivar diversidad de flores, también plantas de adorno u ornamentales para espacios interiores y exteriores.
Pueden desarrollarse en pequeños lugares y hasta de manera industrializada con la supervisión de un floricultor, y por lo general se ponen a la venta en viveros para quienes decoran jardines, paisajes, interiores de oficinas y residencias y hasta para arreglos florales.
Vale acotar que la floricultura se desarrolla primordialmente para fines comerciales, y tiene todo el sentido, ya que cada año la demanda de producción de flores es cada vez más grande y en ocasiones difícil de satisfacer.
Olericultura
Otra de las ciencias dentro del universo de la horticultura. Esta se dedica a analizar los cultivos provenientes de plantas cuyas raíces, hojas, tubérculos, tallos y semillas se utilicen para el consumo, y no importa que sean procesados, frescos o cocidos.
Como puedes ver, esta rama se involucra directamente en el mercado mundial tanto de producción, como de consumo, y estudia aproximadamente unas 200 especies oleorícolas las cuales tienen el potencial suficiente alimentar a las personas.
No obstante, a pesar de este número, se estima que solo 20 de estas especies son las más utilizadas para abastecer a gran parte de la población mundial.
Fruticultura
Tiene que ver con el estudio de plantas leñosas y semileñosas capaces de producir diferentes frutas. Un aspecto esencial para que este trabajo se realice de manera óptima es que se tienen que conocer a fondo las propiedades físicas y biológicas de cada especie.
De todas las áreas relacionadas a la horticultura, se cree que esta es una de las más evolucionadas, porque cuenta con muy buenas técnicas de producción y suficientes estudios que permiten una mejoría genética en muchos de los árboles frutales que se conocen. De las características de la fruticultura destacan:
- Se analiza en profundidad los tipos de suelo para establecer el tipo de planta adecuada para la siembra.
- Se especializa en el mejoramiento del sustrato, una vez se conoce el tipo de este.
- Todo el año estudia la condición climática y cómo esta pueda afectar el desarrollo de la siembra.
- Busca emplear innovadoras maneras de riego para mantener abastecidas a todas las plantas.
- También analiza los diferentes tipos de fertilizantes existentes para promover el crecimiento adecuado de la plantación, así como para protegerla de infestaciones de cualquier índole.
Arboricultura
El arborista centra su atención en el estudio de diversidad de árboles y arbustos, Y no solo eso, en técnicas especializadas que logren una plantación adecuada de estas especies, así como de una poda y un cuidado óptimo.
Quienes trabajan en este ámbito laboral están capacitados para muchas labores, por ejemplo:
- Tienen la formación para llevar a cabo la poda de árboles de grandes dimensiones.
- Pueden desmontar cualquier tipo de árboles en diferentes partes sin que esto implique un problema.
- Son capaces de evaluar el estado general de los árboles y determinar si requieren de algún tratamiento.
- Determinan si se puede o no considerar un espacio apto para la siembra de arbustos y árboles que puedan alcanzar grandes proporciones.
Quienes dedican su vida profesionalmente a este trabajo, establecen una clasificación en base al cultivo que se recoge, lo que nos trae una leve variación con lo antes expuesto.
- Las plantas comestibles o de tallos verdes como los coles.
- Si la producción es de frutas, tales como: calabacín y fresa.
- Los que tienen relación con los tubérculos o bulbos como las cebollas y el ajo.
- Y finalmente las legumbres, habas, guisantes, etc.
Ejemplos
Muestras de esta actividad hay por doquier, y precisamente de estas te comentaremos en este apartado. Sin embargo, dichas muestras las separaremos en 3 partes, tomando en cuenta la extensión aproximada de la raíz de donde venga el alimento. Así tendrás una mejor idea y podrás discriminarlas como corresponde.
Superficiales
- Brócoli, coliflor, ajo, apio, cebolla, espinaca, maíz, perejil, papa, lechuga, rábano. Las plantas que producen estos alimentos tienen una raíz aproximada de 40 centímetros.
Moderadas
- Arveja, berenjena, pepino, melón, acelga, remolacha, zanahoria, nabo, pimiento. Por este lado, estamos hablando de plantas con raíces de 90 a 100 centímetros.
Profundas
- Las que cuentan por supuesto con más de 120 centímetros de profundidad, y aquí se agrupan: batata, espárrago, tomate, sandía, zapallo.
Planificación para tener un huerto
Si eres de las personas que quieres crear su propio huerto en tu jardín o patio, lo que comúnmente se le conoce como huerto urbano, tienes que considerar una planificación previa y durante el proceso, ¿el motivo?, para que puedas lograr los resultados que esperas. Y si no sabes por dónde comenzar, te damos una breve guía.
- Lo primero que debes tener en mente es el espacio, en otras palabras, el lugar con el que contarás para poder hacer toda esta práctica a cabalidad, ya que de este modo podrás determinar el tipo de plantas que podrás sembrar y los posibles cultivos que puedas lograr al final.
- Luego de esto, se hace más que imprescindible conocer el tipo de tierra que posees, En este punto, te recomendamos conocer la apreciación de un profesional o experto en el área, como pueden ser los ingenieros agrónomos. Con seguridad estos te dirán el tipo de abono o productos químicos que se requerirán para nutrir y preparar debidamente el sustrato antes de sembrar las semillas.
- El lugar debe estar provisto de sol por al menos unas 8 horas al día, ¿la razón?, en vista de que la luz solar es indispensable para el crecimiento adecuado de las plantas.
- Otro de los detalles que debes tener siempre presente es disponer de las herramientas necesarias y elementales para plantar las semillas, para realizar el riego apropiado.
- Ten en cuenta que una vez des inicio con tu huerto, deberás estar siempre atento y presente para poder evaluar cualquier anormalidad o eventualidad que surja. En caso contrario, perderás el avance del trabajo hecho.
Diferencias entre agricultura y horticultura
Hay diversas diferencias entre estos dos conceptos. Vamos a exponer cuáles son las diferencias más reseñables:
- La extensión en la que se desarrollan cada una es distinta, mientras la agricultura se da en grandes superficies, la horticultura se realiza en pequeños terrenos.
- Los alimentos elaborados en la agricultura buscan abastecer un mercado amplio de personas y siguen una cadena de distribución específica antes de llegar a las manos del consumidor final. Por el lado de la horticultura, esta solo busca abastecer pequeños grupos de personas o familias de manera inmediata.
- Todo trabajo agrícola involucra grandes procesos de riego, la utilización de animales, deforestación y el empleo de mano de obra y maquinarias, del otro lado, pocas personas con herramientas básicas pueden llevarla a cabo.
- La agricultura apunta a abastecer otros sectores económicos, como por ejemplo el textil, el maderero, entre otros.
- Los costes de producción entre uno y otro trabajo son notablemente diferentes.
¿Qué beneficios tiene la horticultura?
Desarrollar este tipo de labores trae muchísimas ventajas no solo para el propio ser humano, sino también para el medio ambiente. Y si no lo crees, te sugerimos echarle un vistazo a la lista de abajo.
- Los alimentos al generarse con productos orgánicos y naturales suponen una fuente saludable para el ser humano.
- La sobre explotación de los suelos es casi inexistente en virtud de que los insumos en su mayoría son naturales.
- Por el mismo motivo del punto anterior, se puede asegurar que no implica contaminación para el medio ambiente.
- La producción de zonas o paisajes hortícolas mejoran el bienestar general de las personas.
- El control de plagas y pestes se reduce enormemente y permite que el control de este aspecto sea más efectivo.
- La producción va directamente a las manos del consumidor y no a la cadena de distribución que comúnmente se conoce.
- Realizar este tipo de labores en pequeña escala es asequible para muchas personas.
¿Y las desventajas de la horticultura?
Claro que también tiene sus desventajas, te las dejamos para que las consideres igualmente:
- Algunos costos de mantenimiento, sobre todo, si hay aparición de fuertes plagas pueden llegar a ser altos.
- Al no contar con máquinas ni herramientas especializadas, toda la labor recae en el ser humano, lo que puede ocasionar un número superior de horas de trabajo.
- Los suelos pueden perder progresivamente su fertilidad, por lo que será imprescindible contar con un profesional en la materia.
- Los huertos lamentablemente no pueden llevarse a cabo en climas demasiado calurosos o demasiado fríos.
Campo de trabajo para los horticultores
Si te dedicas a estudiar profesionalmente esta área del conocimiento, debes saber con anticipación el campo laboral que te espera, después de todo, es el paso siguiente y lógico a dar una vez culmines tu formación académica. Estos son algunas salidas laborales que podrás considerar:
- Podrás dictar clases y asignaturas relacionadas a las ciencias naturales en diferentes institutos o universidades.
- Podrías seguir tu formación y convertirte en un investigador en centros especializados.
- Incorporarte en instituciones o entes estatales o nacionales de carácter público.
- La preparación de estos especialistas es bastante demandada, así que podrías ofrecer tu servicio personal de asesoría.
- Trabajo dentro de empresas e industrias de la producción de alimentos.
Ahora, si buscas diversificar tus conocimientos y tu área de formación, podrías considerar la botánica, ecología, agricultura, agronomía, entre otros.
Futuro de la horticultura
En vista de que la gran mayoría de procedimientos y materiales empleados en la horticultura pueden considerarse naturales casi en su totalidad, podemos afirmar que el futuro de esta actividad apenas comienza, ya que es precisamente lo que busca y promueve la agricultura ecológica.
Y no solo eso, es precisamente una labor obligatoria para evitar la continua contaminación ambiental ocasionada por los actuales procesos agrícolas, los cuales emplean más cantidades y en mayor frecuencia productos químicos que resultan tóxicos.