Semillas de sandía
Las semillas de sandía se utilizaron por primera vez hace más de 3.500 años en África tropical. Luego fueron introducidas al mundo grecorromano, y de ahí pasaron a emplearse en el continente americano.
Hoy en día, hay una manera de cultivarlas que está más que comprobada, de esta te hablaremos en lo sucesivo, así como de otros detalles de la sandía que quizás desconozcas.
Sus variedades
Se estima que a día de hoy existan más de 50 variedades de sandías, estas se diferencian una de otra por la forma del fruto, el color de la pulpa, el peso, la piel y su proceso de maduración. Si nos vamos exclusivamente a lo genético, entonces hallamos dos tipos:
- Diploides o con semillas: Son las que comúnmente conocemos y vemos en todas partes. El color de esta semilla es negra o marrón, leñosa, y la cáscara es verde oscuro.
- Triploides o sin semillas: Es una variedad que sí cuenta con semillas, pero estas son tiernas y de color blanco. De hecho, no se notan cuando se consume la fruta. Su corteza es verde clara con rayas verdes oscuras, y su carne es o roja o amarilla.
¿Cómo se planta una semilla de sandía?
Antes de iniciar la siembra de estas semillas se hace obligatorio conocer algunos aspectos importantes. Después de todo, lo que se busca es una cosecha que a la postre sea óptima y abundante.
¿Qué temperatura exigen estas semillas?
Lo primero que se tiene que asegurar es la temperatura, ya que estas si bien aceptan los climas templados o cálidos, son extremadamente sensibles a los fríos y a las heladas. Esta situación es la que ha provocado que su cultivo al aire libre sea solo posible a principios de la primavera, y que en la gran mayoría de los casos se haga uso de invernaderos controlados.
La época de siembra entonces requerirá de un suelo caldeado por la energía solar que alcance al menos una temperatura comprendida entre los 20 y 25 °C para lograr la germinación. Luego de esta etapa, el desarrollo de la planta necesitará una temperatura superior a la anterior, es decir, entre los 25 y los 28 °C.
Humedad y luminosidad
Otro detalle importante cuando se quiere cultivar sandías es la humedad, y la que se considera óptima debe ubicarse entre el 60 y 75%. En invernaderos, cuando dicha humedad supera estos porcentajes, se produce una condensación del agua que puede provocar goteo sobre las plantas, y en consecuencia se generen algunas enfermedades aéreas.
Por otra parte, la luminosidad ha de tenerse en cuenta según el tipo de cosecha que se requiera. Una luz débil favorecerá el ahilamiento en los semilleros, mientras que una luz intensa incrementa el número de flores y la precocidad de la maduración.
El suelo
El terreno ideal para sembrar este tipo de semillas tiene que contar con materia orgánica, exposición solar, profundidad y una composición silíceo – arcillosa. Los suelos netamente arcillosos no valdrán la pena porque debido a la cantidad constante de agua que hay que aplicar, es muy probable que se perjudiquen las raíces por exceso de humedad.
Vale acotar que mientras los sustratos sueltos y permeables apresuran la maduración de la sandía, los suelos fuertes generarán un crecimiento más reducido. Pero independientemente de la superficie que se tenga, se necesita que posea un pH que oscile entre los 6 y 7,50.
¿Qué abonos emplear?
El abono orgánico más utilizado para estos cultivos es sin lugar a dudas el estiércol. Este compuesto desempeña 2 funciones importantes. ¿Cuáles son?, por un lado, mejora la estructura del terreno, y por el otro, aumenta cuán fértil puede ser.
El compuesto de tipo mineral también funciona muy bien, porque proporciona otros elementos como el potasio, nitrógeno, fósforo y magnesio. Pero esto no es todo, porque provee de calcio, así como de otros componentes tales como: boro, hierro, cobre y hasta manganeso.
Aparte de los ya mencionados, podría requerirse de la intervención de fertilizantes nitrogenados que colaboren en el incremento de las flores femeninas y el número de frutos. De hecho, este fertilizante es uno de los responsables en darle ese color verde característico a la planta. En última instancia, pueden considerarse también los abonos ricos principalmente en fósforo. Estos favorecen el desarrollo de las raíces, estimulan el crecimiento, la floración y la fructificación.
Riego
Para llevar adelante el riego se debe tener en consideración algunas recomendaciones:
- Dar un par de riegos antes de la siembra o plantación, o hacer un riego abundante con la ayuda de goteros que se ubiquen cerca de las plantas.
- Una vez plantadas o cuando nazcan se tendrá que retrasar el riego, para que las plantas se vean obligadas a expandirse y así desarrollar un buen sistema radicular.
- El aporte de agua durante todo el ciclo de siembra y cosecha debe ser controlado, en vista de que se tiene que evitar un excesivo desarrollo vegetativo y una pobre floración o cuajado del fruto.
- En líneas generales, cuando está en crecimiento el fruto hará falta muchas más agua que cuando madura la planta.
¿Cuánto tarda en germinar la semilla de sandía?
Siempre y cuando se cumplan las condiciones óptimas de suelo y temperatura, se estima que su germinación se dé pasados los 5 días y máximo 7 días. Ahora, si la temperatura está por debajo de los 15 °C, la germinación se dificultará, y tendrá que forzarse con el uso de macetas y bandejas.
Si por el contrario la temperatura supera los 35 – 40 °C, la germinación se dará, aunque un tanto más lenta.
Enfermedades
La proliferación de plagas y enfermedades es una posibilidad que siempre está latente cuando se trabaja con esta siembra. Los insectos conocidos como “pulgones” son los enemigos número uno de la sandía, sobre todo, de las que se producen en invernaderos. Estas viven en las hojas agrupadas en colonias y producen picaduras, salida de savia y paralización del crecimiento, lo que debilita la evolución general de la planta.
Otra amenaza es la mosca blanca, la cual se alimenta del tejido celular ocasionando daños y a veces infestaciones. Las larvas de esta mosca segregan sustancias azucaradas que además suelen desarrollar diversidad de hongos y virosis.
La minadora de hojas es otra de las plagas que puede aparecer y que causa daños también en las hojas de la planta. Y las orugas no podemos dejar de mencionarlas, ya que, son las responsables directas de maltratar y además dañar tanto las hojas, como el fruto.
Aunque parezca más que suficiente con estas plagas que hemos mencionado, todavía hay otras que hay que evitar y erradicar a toda costa. Buenos ejemplos de estas son: trips, araña roja, oídio, mildiu, antracnosis, bacterias, hongos, virus, entre otros.
Beneficios y valor nutricional de la semilla de sandía
Lo que más conocemos y destacamos de este fruto es su poder para refrescar y su riqueza en agua y sales. De todas las frutas que existen y que se consumen, es la que más agua posee, y esto hace que la posibilidad de aportar nutrientes sea un poco escasa.
Sin embargo, aunque escasa, sí posee un valor nutricional que no podemos ignorar y que además es variado. En una sandía se puede obtener: fibra e hidratos de carbono. Pero también se consigue calcio, hierro, yodo, potasio y fósforo. En menor medida zinc, magnesio y vitaminas A, B, C, D, y E.
Es indicada para quienes quieren perder unos kilos, ¿por qué?, porque posee un alto contenido de «licopeno». Asimismo, si padeces de enfermedades cardiovasculares te sentará de maravilla, en virtud de que baja los niveles de colesterol malo en la sangre. Y si esto ya no es más que suficiente, debido a su agua, mejora la labor de ambos riñones. Otro detalle a marcar es que se ha vinculado como protección ante algunos tipos de cáncer.
Comprar semillas de sandía
Cuando necesites adquirir semillas de tomate, de sandía o de cualquier otro tipo, puedes recurrir a los comercios tradicionales que se dedican a su venta. También tienes una alternativa aún más cómoda y rápida, comprar en línea.
Si te decantas por esta segunda opción, permítenos aconsejarte algunos comercios digitales donde aparte de conseguir estas semillas, encontrarás variedad y muy buenos precios.
- “Viveros Lara Flor” dispone de las semillas Crimson Sweet, la cual producirá sandías redondeadas, duras, con buena cantidad de azúcar, y de carne roja intensa. Para lograr tal producción, estos aconsejan sembrar entre marzo y mayo, para cosechar entre junio y septiembre. 5 gramos de estas semillas tienen un coste de 2,50 euros.
- Otro portal online al que puedes acudir es “Germi Garden”. Aquí verás diferentes variedades, destacando el pack de semillas hortícolas en 17,95 euros, la “Charleston Gray” en 1,45 euros para obtener sandías alargadas de color verde claro, y las semillas Crimson Sweet y Crimson Sweet ecológicas en 1,35 y 1,60 euros respectivamente.
Además de estos 2 portales online, puedes indagar en “Fito Agrícola”, “Sementes Vivas”, “Planeta Semilla”, y por supuesto, en Amazon.